Algunas ideas pedagógicas del tiempo de la Reconstrucción Nacional (1886-1890)
Resumen
Afrontando la severa crisis económica de post guerra, el gobierno de la Reconstrucción Nacional (1886-1890) propugnó el fomento de la instrucción primaria inclusiva y la atención de los sectores tradicionalmente marginados. Sus esfuerzos se vieron trabados no solo por la falencia económica, sino también por la imposibilidad de supervisar la situación en el interior del país. Hubo un manifiesto interés por generar un futuro esperanzador, vinculando la educación al trabajo, y en algunas ciudades se establecieron Escuelas-Talleres para hombres y mujeres. Institución clave de entonces fue la Sociedad de Preceptores, que sostuvo escuelas populares, alentó debates pedagógicos y planteó reformas que quisieron corregir viejos defectos. En las páginas de “El Faro” y “La Instrucción” se difundieron las ideas pedagógicas que trascendían a nivel mundial y se discutió la problemática de la realidad educativa peruana. Participaron en el debate prestigiosos intelectuales, de los que en este artículo solo mencionaremos algunos. Ricardo Rossel Sirot, lingüista y literato, propuso impulsar la instrucción popular asegurando la defensa nacional; y a la vez fue partidario de la educación democrática y reivindicadora de los oprimidos, señalando la escuela como base primordial para la construcción de la nacionalidad. El maestro Juan de Dios Ramos y Palacios se interesó por la actualización académica de los preceptores, aunque expresando pesimismo al comparar nuestra realidad con la de otros países. El maestro J. B. Goytizolo bregó por el restablecimiento de la Escuela Normal y por la reivindicación del gremio magisterial, denunciando que la ausencia de derechos y alicientes condenaba a los profesores pasaban a un retiro en la miseria. El doctor Federico Villarreal, desde la presidencia de la Sociedad de Preceptores, promovió la instrucción popular, impulsó la educación femenina y propició la participación conjunta de profesores y estudiantes en Asambleas Pedagógicas. El educador Pedro A. Labarthe criticó a la sociedad limeña por desprenderse de sus pequeños hijos para encerrarlos en deplorables escuelas, demandando la creación de los Jardines de la Infancia. Y el coronel José Luis Torres, que al modelo de instrucción popular sumó el de la educación patriótica, alentó valores morales en su Catecismo Patriótico, pero a la par un espíritu revanchista, lo que fue propio de una época en que se habló de forjar una educación auténticamente peruana.